Eran las tres de la tarde cuando sonó un celular, al compa Mario le avisan, de esta no te escaparás, tu casa está bien rodeada, ya pronto lo mirarás. Dentro de la casa estaba toda la familia de él, te damos treinta minutos… Así lo dijo la Ley – Para que entregues el clavo y puedas salir con bien.
Como a los veinte minutos, se oyó rugir la secoya, el compa Mario se entrega no teniendo escapatoria, en esta ya me torcieron, pobre del que abrió la boca…
Un saludo para toda la raza del meritito Durango.
Armas de grueso calibre, le alcanzaron a quitar y cuatro cuadros de coca que tenía pa´periquear con su compa el Amarillo y uno de sus capataz.
Fueron dos años de cárcel los que a mi compa le dieron, Ya pronto voy a salir para continuar de nuevo y para hacerle el favor a aquel que me puso el dedo; todita la información la tengo bien anotada, pues como marca el reloj las horas tienes contadas, tú sabes por qué fallaste rata maldita pagada…
Y como dice mi compa´ con esta ya nos despedimos, cántenme el puño de tierra pa´toditos mis amigos, también el compa´ Beltrán porque Yo ya me despido.
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